lunes, 22 de junio de 2009

Dos datos más

1. Vi volando a un quetzal. Para aquellos que sepan algo de animales, sabrán que esto es todo un acontecimiento ya que estos pájaros se alejan del contacto humano ( entiéndase por esto, que tratan de no estar en lugares a los que acudan las personas, aunque esto implique selvas poco frecuentadas). Lo vi, milagrosamente porque soy muy distraída, pero apesar que lo vi a contraluz y no pude distinguir sus colores, su larga cola no dejó dudas en mi.
2. Vi algo casi tan sorprendente como el quetzal: un guey que su única palabra hacia mi, delante o a lado de mí, fue un maravilloso "provecho" y en el cual no he podido dejar de pensar. Sí, tienes razón. ¡Que alguien me baje del columpio, me saque de entre el humo del hielo seco y me grite que no soy una quinceañera! 

¡Come on! Nada más eso me faltaba: a estas alturas del partido pasar horas idealizando a un brother que probablemente no vuelva a ver y que quizá sea un perfecto imbécil.

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