lunes, 25 de mayo de 2009

MAS

He encontrado que un antiguo compañero de la escuela tiene un blog. Me llama la atención que seamos tantos los que escribimos en este medio, también me parece curioso que él ahora sea maestro de aquella escuela. Me gustaría ser  maestra, aunque no precisamente de computación... Parece que a él le funciona bien y le gusta, parece también que no recuerda el fenómeno adolescente del eterno barbero o bien, que lo recuerda y le gusta, por lo cual se hace de la vista gorda. Sí, tengo que confesarlo: después de leer tus entradas acerca de las ocurrencias de tus alumnos tengo ganas de sarandearte un poco y decirte: Sí. ¡Te están haciendo la barba! Aunque digan lo contrario, nadie adula a alguien sin el afán de quedar bien; de lo contrario, no sentirían el impulso de decirlo y complementarlo con un "no es por hacerle la barba, pero..."
En fin. Yo no pretendo hacerlos quedar mal. Francamente dudo que se hayan estado peleando internamente una tarde anterior, decidiendo entre sobornarte, adularte, regalarte algo, o inclinarse un poco para dejar entrever el escote. No, no. No creo que lleguen tan lejos aquellas mentes pubertas ansiosas por pasar el año. Simplemente, si se da la ocasión, o bien, si tu extiendes las manos, pues tomarán la oportunidad.
Tampoco pretendo criticar tus métodos. No creo que tu precio sea tan bajo, no creo que tres sonrisas y un cumplido hagan el trabajo. Sólo actitud y exámenes adecuados. Así que está bien si aprovechas los intentos inútiles de tus alumnos por agradarte, a nadie le caen mal los piropos.

domingo, 24 de mayo de 2009

Attempts

 Según mi psicóloga vallartense, debo de hacer un esfuerzo por escribir algo diario. No importando si resulta algo ingenioso, divertido, barato o bien, una basura. Según mi hermano debo de dejar de decir groserías; así que intentaré ambas. Dudo que el éxito sea rotundo.

Un libro puede tener mil funciones:
puede hacer de tu tiempo un par de horas inolvidables, puede servirte de arma blanca (dependiendo el grosor y peso, pero estoy segura que un librazo bien acomodado en la nuca o en los testículos, puede ser bastante efectivo), podría hacerte ver interesante, podrías verte como un imbécil, podría funcionar como escondite para las cartas de un amante, para sentarse sobre él y lucir más alto, para detener la puerta abierta, para hacer de tu semana un infierno si es que te lo pidieron en la escuela y lo has dejado hasta el final, sirve para coleccionarlos y basar la idea de nuestra propia cultura en el número que se ha leído (básico: yo he leído 235 libros sha la la, o, he leído todas las obras de bla), sirven para entender a la gente, para compartir algo que no has podido decir, para identificarte con alguien, para olerlos, para firmarlos en una hoja especial ( la mía es la 339, a menos que tenga menos páginas, en cuyo caso entro en un dilema y escojo algún número non ), para aquellos que nos apenamos cuando estamos sentados en una banca y nos miran, para ser cómplice...


martes, 19 de mayo de 2009

Jeeeeesus Cristo Jeeeeeesus cristo

Pasé el fin de semana más extraño de mi vida. Iba a decir del mundo, pero ya basta de generalizaciones todo el tiempo. Tiene razón Pepe cuando dice que es nefasta la gente que pinta todas las situaciones a dos tintas. En fin, volvamos al tema en cuestión.
Me fui a un retiro espiritual, o mejor dicho, a un retiro de fanáticos de Dios y de las adicciones. No voy a hacer un recuento del suceso, sólo quiero compartirles dos o tres cosas curiosas que sucedieron ahí...
El "padrino" (persona que hace las veces de un expositor/guía) pregunta a los "escribientes" (personas que han pagado por buscar una mejora espiritual): 
P - ¿Cómo se le llama a una persona que ha matado a un hombre?
E - ¡Asesino!
P - ¿Cómo se le llama a una persona que ha matado a 30 hombres?
E - ¡Asesino!
P - Entonces, ¿cómo se le llama a una persona que ha ingerido alcohol una o cien veces?
E - (voces frenéticas al unísono) ¡Alcóholico!
¿Cómo ves? Posteriormente  te clasificaban con lo que ellos llaman "estigmas", digamos, etiquetas. Yo tuve como mil, mi estigma era prácticamente una frase: alcohólica drogadicta neurótica depresiva. Era demasiado largo. Decidieron dejarlo en alcohólica depresiva...
Otro momento curioso fue  cuando Mamá Chuy dijo que todo era culpa de nuestro propio tontismo. Wow.
Traté de poner mucha atención a los pequeños detalles, pensando que los contaría en este blog. Pero me doy cuenta que he olvidado la mayoría. El tontismo opacó a los demás...

Suerte y godspeed