miércoles, 3 de diciembre de 2008

Vos sos el sol...

nota: Hoy no tengo nada de qué escribir otra vez.

El otro día me dijeron que en este blog hablo de todo menos de mi mamá. Sí sé que no he hablado de ella, pero no sé si en verdad hable de tantas personas para que la exclusión de mi mamá los haga entender que me tiene traumada ( lo cual talvez tenga un tantito de cierto!). Así que por aquello de que si estoy jodida por ella o no, saquémosla a relucir.

Sí, mi mamá podría traumar a cualquier niña que fuera su hija. Es más o menos como tener por progenitora a una mezcla de Bree ( la pelirroja de Desperate Housewives ), Hitler y Lorelai Gilmore ( mamá en Gilmore girls). Su forma de ser tiene varias facetas, como la de cualquiera, pero en ella son ridículamente evidentes. Por ejemplo, es perfeccionista a madres. No llega tarde, no se le olvidan las cosas y como dicen mis tías refiriéndose a mi abuela, no se ha equivocado desde 1920. Es la anfitriona perfecta, ya sabes, de esas que cuidan que las flores combinen con el mantel, el plato, el bajoplato y si te apendejas, con los meseros.

También es de esas figuras familiares a las que uno les tiene miedo. Bueno, no sólo uno, sino toda la familia. Es más, para hacerlo más gráfico les doy un par de ejemplitos. Acapulco hace millones de años, estábamos en el departamento y mi mamá se quedó a cargo de mi hermano, mi primito y yo. Jupp ( primo ) no se quería comer el huevo del desayuno. El miedo al regaño fue tal, que terminó vomitando y estoy segura de que era de miedo porque una vez más, no se había comido el huevo. Así que la única razón aparente fue la respuesta inconsciente de su cuerpo hacia el miedo producido por el Reich.

Ahora, no sólo son cosas malas. No señor. Mi mamá es cuatísima, muy alivianada, muy cool. Es tan cool que probablemente salga mucho mejor vestida que tú o que yo cualquier día de la semana ( y no me refiero a que vaya de traje sastre, no , no, puros jeans, high heels, strictly fashion). Ah y a eso auméntale que probablemente también se vea mejor que tú o que yo, porque la condenada está guapísima y tiene un cuerpazo.

Pues en fin, ahí tienen a mi mamá.

Heil Hitler, Heil Anina!

...despacio también podes ser la luna.

4 comentarios:

mr. g dijo...

primeramente thank's a lot, despues deja decirte que a mi me paso algo similar pero con mi papa y como dices despues cambio totalmente. lo bueno de todo es que de todas esas vivencias que no olvidas, ahi es cuando hay que sacarles provecho y aprender de los grandes. saludos..

Yahuas dijo...

Ahora yo soy el celoso!! pero sabes que no me importa me aguantare como los machos de michoacan!!

Anónimo dijo...

y cerati haciendo una pequeña aparicion en tu blog... ¿por qué no?

JOSEDUARDO dijo...

i fuckin' need you