lunes, 20 de julio de 2009

Detallitos buena onda

 Los camiones, no todos pero algunos, tienen unos pequeños focos "individuales" para que el pasajero debajo de estos pueda leer o realizar otro tipo de actividad. He aprendido que la gente puede llevar a cabo un sin fin de actividades en un camión: vender tacos, dormir, dormirse en las piernas de la persona de a lado (me pasó a mí, bueno, más bien a mis piernas), cantar, roncar como si no hubiera mañana, etc. No tiene sentido hacer una lista porque lo que quiero contarles es que hace dos días, a la 1 am en algún punto entre Mazatlán y Tepic, el chofer del camión me metió un cagadón por llevar la luz prendida. Inmediatamente mi abrumadora personalidad y yo, dimos la cara y... apagamos la luz. ¿De qué sirven los putos focos si no es para usarlos cuando se está a oscuras? Uno trata de ir tranquilito, sin vomitarle al vecino, aguantando la falta de música y tele, leyendo un libro divino del amor y la ayuda, soportando el hedor a sope del 70% de los pasajeros, y ¿te sale el camionero con esas mamadas? No, no, no... esos sí no son detallitos buena onda.

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