jueves, 27 de agosto de 2009

cometa

¿Qué caso tiene que me preguntes si sigo enojada contigo? Ya, basta de que hagas daño y luego te hagas pasar por el querendón y buen amigo. Y qué, talvez vas a leer mi blog porque sabes que existe y te enterarás de cómo y cuánto despotrico sobre tí; y qué. De hecho talvez sería preferible que lo leyeras por gusto, casi por accidente; así podría decirte todas las cosas que pienso y no digo por temor a sonar muy fría, muy dura contigo.
No es que no te quiera, ni que no te tenga cariño o que me hayas dejado de caer bien; tampoco es que siga enojada por las tonterías que haces y las tonterías que tu novia dice con todo el gran y afilado colmillo de hacerse pasar por buena diciendo cosas que calan; no, no es nada de eso. Talvez sea un poquito de todo lo anterior, pero sobre todo es que tú, a mí, como amigo, ya no me interesas. No sabes responder; y en el mundo hay mucha gente ajena que chinga, pero quedarse con un amigo que chinga no es, definitivamente, de sabios.

Y me aguanté sin decir frío por mucho tiempo, pero ya.

No hay comentarios: