Entraba a tu cuarto y me daba cuenta de que habías pintado una pared de naranja. Llegaba a tu closet y me escondía ahí mientras veía una caja con mis viejas cartas. Entraba tu papá y me hacías una mueca de silencio. Me quedaba en el vestidor, tu papá entraba. Extrañamente me saludaba con mucho gusto y me preguntaba por el departamento. How not real, right?
Hmm ay ninko ninka.
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