O al revés, o ninguna. Todavía no me encuentro a mi siguiente loquito, pero lo que sí es que ni tú, ni tú, ni tú, ni tú, vuelves a ser mi "pez"( o la boca).
Te pasa que cuando te alejas un poco se te empiezan a ocurrir todas las grandes cosas que pudiste haber dicho o hecho, pero que por el momento es too little, too late? A eso es a lo que yo llamo la claridad del momento en el que ya te la pelaste. Por otra parte, qué bueno que tú ya te vas. Se me hace que si te quedas en México por más de la cuenta podrías hacer un enredo en mi cabeza y ya basta. Así estamos mejor.
( me encanta cuando las cosas se aplican a muchas personas y luego son tan burdas, que no se aplican a nadie a la vez )
Volviendo a la dichosa "claridad", ahora que le doy una segunda vuelta en mi cerebrito, pienso que más bien es puramente una chaqueta mental. Ajá. No es que como estés muy cerca de la situación no puedas pensar claro, si no que cuando te alejas, no sientes el miedo de la proximidad. Así que te resulta muy facil creer que podrías haber escupido cuanta cursilería, palabras sabias o bien, de odio y que todo te hubiera salido a la perfección. Y en caso de que no, piensas ilusamente, que lo hubieras sabido manejar.
Así que mientras uno está cerca, se calla el hocico. Luego, se aleja un poco, empiezan las chaquetas mentales, pero uno se resiste a hacerlas realidad hasta que está tan lejos que ya es imposible. De este modo, no es enteramente culpa de uno el que no se hayan dado las cosas, simplemente es circunstancial.
Por cierto y cambiando de tema, no sé qué es lo que pasa aquí en Puerto Vallarta, pero el diablo no se me aparece muy seguido. Se mantiene callado y tranquilo. Yo creo que aquí le doy hueva.
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