de decepciones y amargura

Ese era el nombre del cuento que escribí hace ya varios años, 7 u 8 quizás. Ahora no queda nada, no queda nadie que recuerde cómo murieron, ni que las líneas número 3 iban subrayadas, o que el diablo y el angel ( como siempre en este caso ) son la misma persona. Sólo queda Cleopatra.

Ja ja ja, me acuerdo ahora que con ese cuento entré al concursillo ese, quedé en segundo lugar. También recuerdo que cuando se lo enseñé gustosa a mi mamá, me preguntó si me quería suicidar y después optó por mandarme una vez más al psicólogo. No me acuerdo si fuí.

Oh, pero hablando de psicólogos, hay uno memorable. Mi primer "sanador" mental, el gurú, el mago que se suponía iba a desenmarañar las tonterías de mi cabeza. Grande el día que me senté por primera vez en su ¿consultorio?

Quiero aclarar algo antes de contarles las anécdotas del dr maravilla: soy una persona idiotamente juzgona, crítica y talvez, de alguna forma arrogante. Dicho esto, empiezo.

No me acuerdo bien bien ( ay pero porqué Anina, si tú te acuerdas de tooodo ) la entrada a la oficina de este señorcito, lo que sí recuerdo fue cuando por primera vez, tomó su brazo izquierdo con la mano derecha y lo recargó sobre su regazo. Así, minutos después, hizo lo mismo pero con una de sus piernas. La tomó del dobladillo del pantalón y la cargó hasta montarla sobre la otra.

Estaba paralizado del lado izquierdo. Antes del terrible accidente, era violinista y ahora no le quedaba más que dedicarse a escuchar pendejadas ajenas. Hombre, pero qué confianza me daba un sujeto traumado que tenía como profesión algo que no quería. Segurito él tenía menos pedos que yo y me iba a arreglar la cabezita. Simón.

La otra cosa que recuerdo con bastante claridad fue la vez que hizo la cursilada de ponerme un vaso servido hasta la mitad con agua, y osó preguntarme si lo veía medio lleno o medio vacío. Le contesté que dependía del estado anterior del vaso, si estaba lleno y lo vació, pues entonces estaba medio vacío. Por el contrario, si estaba vacío y lo llenó, pues estaba medio lleno. Cuestión de mirar hacia atrás, no de optimismo ni mamadas de esas.

Ohhhh ! Aclamaciones por parte del Dr. Violinista. " Lo que a tí te pasa Anina es que eres demasiado inteligente, bla bla bla "

¿ Qué me dices ? En verdad eso es lo que vas a concluir, coño, benditos los años que pasaste en Psicología, se ve que te sirvieron un chingo; y a mí más.